Mérida, reconocida en el año 2000 y 2017 por segunda ocasión, recibió la distinción como Capital Americana de la Cultura. Galardón internacional por su aportación en la promoción de la integración interamericana desde el ámbito de la cultura, un mejor conocimiento entre los pueblos del Continente Americano, respetando su diversidad nacional y regional y poniendo en relieve al mismo tiempo el Patrimonio Cultural Común.
Es una de las ciudades más antiguas del país y un territorio plagado de cultura en cada rincón que se traduce en Museos, edificios coloniales, espacios para la música, las artes y el esparcimiento que puedes descubrir a cada paso, desde su Centro Histórico, hasta el mundialmente conocido Paseo Francisco de Montejo de 1.6 km. que inicia en el Remate, Barrio de Santa Ana, hasta el monumento a la patria.
Su trazo y diseño original se inspiró en los campos Eliseos de París, con un largo camellón, arropado por frondosos árboles y casas de estilo colonial afrancesado, que las familias ricas henequeneras edificaron a la par del gobierno de Porfirio Díaz.
Mérida, guarda ese legado que se originó con la conquista española y su fusión con el mestizaje maya, proyectando su impacto en la arquitectura, la música y su gastronomía que hoy es un rico mosaico culinario que tanto buscan los turistas de todo el mundo.
A pesar de ser el centro urbano con más residentes de Yucatán, Mérida se ha conseguido posicionar como una de las poblaciones más seguras y contentas del país; pues la ciudad ha logrado obtener distinciones como la ya mencionada Ciudad de la Paz, así como su posición número 21 en el Ranking de Felicidad en México 2012. A esta reputación se le puede agregar su calidad como un destino turístico realmente envidiable, pues además de estar cerca de las playas del Caribe tiene también un cinturón de cenotes y a pocos kilómetros de la Biósfera Ría Celestún (conocida por sus flamencos), ruinas arqueológicas mayas y una tradición culinaria y gastronómica representativa de todo el estado.